Sánchez aplica diplomacia exterior en caso de Venezuela

Sánchez aplica diplomacia exterior en caso de Venezuela

El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ha cambiado la estrategia en el caso de Venezuela. De esta manera, varió su discurso cuando observó la debilidad actual del representante de la oposición venezolana.

Pedro Sánchez ha visto el cambio de panorama en Venezuela
Pedro Sánchez ha visto el cambio de panorama en Venezuela

La diplomacia exterior de España a Venezuela

La última visita realizada por Guaidó a España, descubrió la verdadera política exterior que aplicó el actual gobierno español. En un principio, no comprendieron la actitud del presidente Pedro Sánchez, ante la presencia del presidente interino  de Venezuela. Eso de enviarlo a conversar con el ministro de exteriores, el mundo lo vio como una negativa a su presencia. Y no es así, simplemente es un cambio de estrategia.

El cambio de estrategia de Pedro Sánchez ante el debilitamiento de la imagen del líder opositor desconcertó a muchos y agradó a otros. De esta forma, el presidente español lo volvió a llamar “líder venezolano”.

De esta forma, el cambio de estrategias y de actitudes ante ciertos temas y situaciones ha caracterizado a Pedro Sánchez desde el inicio de su mandato. Punto relevante de crítica en el grupo que lo apoya. Es  así como dio un giro cuando trato el tema de coaligarse con Podemos. De igual forma, cuando se refirió a los independentistas de ERC. Sin embargo, su grupo de gobierno explica que esos cambios han surgido por necesidad, no por capricho de Sánchez.

Cambio de posición y de estrategias

Así mismo está sucediendo con la posición que tiene ante Venezuela. No fue un “lapsus” cuando llamó a Guaidó “líder de la oposición”; España continua considerándolo presidente encargado. Sin embargo, las cosas han cambiado desde que fue aceptado como presidente interino de Venezuela. Oficialmente en España las cosas no han cambiado. Pero, Sánchez sabe que su popularidad se debilitó. Por eso, ministros y ministras  de confianza del presidente admiten como se ha ido agravando la crisis de Venezuela.

Es así como explican, el recelo que se observa en cuanto a Guaidó como presidente encargado, una situación bastante incómoda, sin precedente a nivel diplomático, ya que a la vez, España mantiene relaciones con el Gobierno de Maduro, que es con quien resuelve los problemas cotidianos, no solo los de ciudadanía española en Venezuela  y venezolanos en España, sino también los de las empresas españolas  con intereses muy fuertes en el país.

El panorama en España se modificó

En realidad, el protagonista de la crisis de Delcy Rodríguez, José Luis Ábalos, ministro de Transportes,  estaba convocado a una reunión con el de Turismo venezolano, Félix Plasencia. De esta forma agradecería las gestiones realizadas para resolver varios conflictos de grandes empresas españolas presentes en Venezuela.

Sánchez ha sido muy honesto el explicar, que Guaidó no se consolida. Al contrario, en su grupo han surgido divisiones. Por lo que a España le urge resolver y normalizar su situación con el régimen de Maduro.

Al recordar que hace un año, España estaba en elecciones, existía una presión fuerte  del PP y el ambiente en la UE era fuerte en apoyo a Guaidó, La Moncloa, en apoyo a José Manuel Albares, secretario de Asuntos Internacionales, como actor principal, superó la partida a Exteriores. Así es como, Josep Borrell punteando y Sánchez  apoyó a Guaidó.  Todo parecía indicar que Maduro caería en cualquier momento.

Guaidó, «líder de la oposición»

Con todo esto, el panorama actual ha cambiado, Pedro Sánchez está consolidado en el poder. En su alianza con Unidas Podemos, al lado de Pablo Iglesias, que apoya la decisión de omitir a Juan Guaidó, Albares camino a la embajada de París, Guaidó debilitado, le muestra otra cara en la diplomacia exterior. Por lo que debe consolidar su presencia en Venezuela, promover una solución, que para ellos sería, elecciones entre la oposición y el régimen.

Seguidamente, las señas que llegan al mandatario español  son opuestas a jugarse el todo por el todo a la consolidación de Guaidó. Es así como el grupo de su gabinete le apoya de que el presidente de España no recibiera a Guaidó y que Ábalos resolviera como pudiera la crisis con Rodríguez sin crear conflicto con Maduro. Por esto mismo, según La Moncloa, debe irse llamando a Guaidó “líder de la oposición”, por solo ser eso. Aunque  insistan, muy diplomáticamente, que no hay ningún cambio, en cuanto al apoyo a Guaidó.