Ortega y la iglesia de Nicaragua en tensas relaciones

Ortega y la iglesia de Nicaragua en tensas relaciones

Las fuerzas de la represión forzan las posiciones en Nicaragua. Las relaciones del gobierno, ya lesionadas, con la iglesia cada vez son más tensas. Las máximas autoridades de la iglesia exigen respeto para las parroquias. Mientras que los grupos sandinistas realizan fuertes ataques contra los religiosos.

Desde abril no cesan las manifestaciones en contra del régimen de Ortega
Desde abril no cesan las manifestaciones en contra del régimen de Ortega

 Ortega y la iglesia de Nicaragua fijan posiciones

En Nicaragua la tensión continua, no está exenta de lo que pasa en Latinoamericana.  Al contrario, los hechos a su alrededor, salpican al país y contagian a los grupos que protestan por el fin del mandato del presidente Daniel Ortega. Es así como un grupo de mujeres, el día lunes anunciaron por redes sociales que iniciarían una huelga de hambre en la Catedral Metropolitana de Managua. El grupo exige la liberación de los detenidos por las protestas.  De tal manera, las fuerzas policiales crearon un cerco que rodeaba el templo, y permitieron que las fuerzas violentas de los simpatizantes del gobierno actuaran de manera violenta hiriendo a un sacerdote y a una monja.

La postura de la iglesia exige respeto ante tal profanación. Así que envía un comunicado a Ortega para que tome acciones inmediatas para que se respeten los templos católicos del país. Así mismo, le exige que ordene la al Policía que se retire de sus templos y no intimiden a los feligreses. La tensión entre las fuerzas del gobierno y la iglesia ya es evidente. Los sacerdotes denuncian la insistencia del gobierno en acusarlos de instigadores para un golpe de estado.

Las iglesias nicaragüenses sufren un cerco policial

Desde abril hasta ahora, cuando las protestas se han recrudecido, el gobierno continua insistiendo en la participación de la iglesia contra el estado. Ortega supo decir en el caso de Bolivia que ya en ese país que la vía electoral no era posible. Por lo que solo quedaba el uso de las armas para retomar el poder por la vía revolucionaria.

El ejemplo lo está tomando el gobierno nicaragüense al sitiar varias partes del país, utilizando la Policía.  Los ataques a estos lugares por simpatizantes del gobierno están bajo la mirada complaciente de las autoridades. El blanco  de ataque ha sido la iglesia San Miguel Arcángel, situada en la localidad de Masaya. Es así como allí se encuentra 14 personas en huelga de hambre junto con el párroco , Edwin Román. Este párroco ha mantenido una fuerte posición contraria al gobierno y en favor a los manifestantes desde que comenzó la crisis. Es así como medida de fuerza el gobierno ordenó cortes de los servicios de agua y electricidad. Además, han arrestado a más de trece personas en lo que va del cerco.

Ortega no perdona a la iglesia

Los lugares donde realizan las misas y otros actores religiosos  son espacios destinados a mostrar el repudio que siente por el gobierno.  Mientras que los sacerdotes no pierden oportunidad para expresar el descontento contra la represión y las violaciones de derechos humanos. De esta forma han arriesgado hasta su integridad como en el caso de Sébaco, al norte de Nicaragua. También, en Masaya cuando los obispos  se trasladaron hasta esa población para evitar una masacre.  En realidad, Ortega no perdona que la Iglesia no lo apoyara a él en su ley contra la penalización total del aborto.

El estado pensó que la iglesia estaba dividida. Un sacerdote comenta «Ven en la Iglesia un adversario por la confianza que la gente tiene en ella y por ser una instancia crítica, que desenmascara no solo la «religiosidad» ecléctica del régimen, sino también sus injusticias y mentiras.La reacción de la Iglesia no ha sido revanchista ni con odio, pero sí firme y clara, El pueblo, sobre todo la gente más pobre y sufrida, se siente consolado y respaldado por la Iglesia en los que parece la fase terminal del régimen»

Todo indica que la iglesia es la mayor opositora del régimen de Ortega. Si mantiene la postura, el gobierno continuara su ataque. De tal forma, esto puede traer consecuencias negativas para el gobierno que no cambia sus acciones violentas. En consecuencia, el pueblo se aferra aún más a la iglesia. Ortega ha perdido a tres aliados: la Iglesia, los empresarios y Estados Unidos. La situación es insostenible. Ortega está atrapado en su trampa.