El chapo habla antes de perderse en las sombras de un mal recuerdo
Como un mal recuerdo quedará el capítulo protagonizado por Joaquin El Chapo Guzmán. Habló antes de perderse en las sombras de su castigo. El capo acusó a Estados Unidos de ser un país corrupto. Que lo sometió a torturas y no se le permitió un segundo juicio.
El Chapo habla de lo injusto de su proceso
El Chapo habla y agradece a familiares y amigos.
Su extensa historia cierra con un capítulo final que ya se esperaba. Inicia con un saludo de mucho afecto para su esposa, Emma Coronel. Lanzando un beso y con la mano derecha al pecho. No importó la estricta restricción a la que estaba sometido después de la extradición. Rejuvenecido, sin canas, bien peinado, con bigote, entero y de buen ánimo apareció y dijo:» Ya que el Gobierno de Estados Unidos va a enviarme a una prisión donde jamás van a escuchar mi nombre, tomé esta oportunidad para decir aquí que no hubo justicia«.
El Chapo Guzmán, de 62 años, habló antes de la sentencia de cadena perpetua que dictará el juez. Sus declaraciones las realizó sin la presencia de su abogado, el mismo, en 15 minutos más los del intérprete. Agradeció el «apoyo incondicional» de su madre, a su esposa, sus gemelas, sus hijos durante el proceso. Así mismo, lo extendió a todos los que rezaron por él para darle apoyo.
Hizo declaraciones por si mismo, sin el abogado
La denuncia del Capo, ante el juez Brian Cogan, fue una descarga. «Me dieron fuerza para soportar las torturas tan grandes que estoy sufriendo las 24 horas desde hace 30 meses», dijo El Chapo. Además, añadió que ha tenido que beber agua no higiénica, sin la luz solar y sin aire fresco. Continuó diciendo que le dolía la garganta, la nariz y la cabeza; que se tenía que tapar los oídos con papel higiénico por el ruido del aire.
La palabra que más repitió fue «tortura». A pesar de ser conocido como el criminal más despiadado y sanguinario. El narcotraficante mexicano, se dirigió al juez directamente. Así es como afirmó que había sido lo más inhumano que había pasado en su vida. «Es una falta de respeto a la dignidad humana. En el siglo XXI no se puede permitir este tratamiento cruel»afirmó.
Denuncia al sistema judicial norteamericano
De esta manera, El Chapo disputó el sistema judicial que lo enjuició sin darle la segunda opción a un segundo juicio. Sabiendo la conducta inapropiada del jurado, que tuvo contacto con la prensa y las redes sociales a sabiendas que incumplían las órdenes del juez. «Cuando me extraditaron esperaba una justicia ciega, donde mi fama y mi reputación no fueran un pretexto» argumentó, «y lo que pasó fue lo opuesto».
Aunque ya se realizaron las denuncias correspondientes sobre la violacion de derechos a su cliente de tener un juicio justo. El juez negó cualquier oportunidad. Guzmán se pregunta entonces por qué celebraron el juicio con jurado si desde el primer día las evidencias eran tan abrumadoras.
«Desde aquí aprovechó para decir que aquí no se hizo justicia, no se hizo justicia. Mi caso quedó manchado», concluyó el acusado para dejar la duda de otros casos que no tuvieron tanta publicidad en sus procesos. «Estados Unidos no es diferente ni mejor que cualquier otro país corrupto a los que no respeta», finalizó despidiendose con un «gracias, señor juez».
La fiscal considera un trabajo positivo tras la decisión
La fiscal neoyorquina Gina Parlovecchio argumentó luego de las declaraciones de El Chapo Guzmán que el trabajo hecho por las autoridades estadounidenses fue muy bueno. Defiende que hayan puesto de por vida en prisión al jefe del cartel «más prolifíco» en el uso de la violencia y la corrupción. «No tiene ningún remordimiento por sus crímenes» dijo cara a cara a Joaquín Guzmán. También dijo que puso en peligro la vida de mucha gente inocente.
Del mismo modo, la corte le dió la oportunidad a Andrea Vélez, antigua asistente del cartel de Sinaloa. Su intervención fue como víctima de El Chapo. «Quiero dejar de ser una nombre sin rostro», dijo Veléz. Igualmente relató, que admiraba a Joaquín Guzmán al principio. Creyó que era una buena persona, no comprendida. Que ella formaba parte de su familia y que la protegía.
Sus antiguos aliados no quieren saber nada del mundo del narco
Al contrario, El Chapo la uso de carnada para secuestrar a un militar ecuatoriano. En ese momento, muestran fotos de Joaquín Guzmán y el narcotraficante colombiano Alex Cifuentes vestidos de militares. Cuando estaban escondidos en las montañas. Por esto mismo, quizó dejar la organización. Pero fue advertida que solo lo haría en una bolsa y con los pies por delante.
Guzmán aceptó que puso un millón de dólares de precio a su cabeza. A partir de que empezara a colborar con las autoridades antidrogas. Dijo casi llorando: «Pequé y pagué un alto precio por mis sueños de grandeza. Me convertí en una sombra sin nombre. Lo perdí todo, hasta mi identidad«. Ahora, comenta que quiere que su experiencia sirva de ejemplo para que no se dejen llevar por el engañoso mundo del narco.
