Al desvelar las cantidades exorbitantes que pagan los familiares de los niños para que salgan de la mano de los jugadores, Inglaterra siente indignación. Todo es un negocio en este campo. Los clubes exigen sumas altas de dinero dejando sin oportunidad a las menos pudientes.
Los familiares pagan grandes sumas por cumplirle un sueño al niño
El negocio en el fútbol por complacer a un niño
Darle un momento inolvidable a un niño aficionado al fútbol, se convirtió en un negocio redondo para el club. El gesto tan emotivo de ir de la mano del ídolo del momento antes del partido; es ahora un tema de discordia, polémica e indignación. Los clubes calculan altísimos precios por convertir a los chavales en «mascots» como los llaman en Inglaterra. Esta situación ha generado muchas críticas. «Se está convirtiendo en un privilegio para los más favorecidos, algo que va completamente en contra de las raíces de la clase trabajadora del juego», declaró Julian Knight, nuevo director del Comité Digital, Cultura , Medios y Deportes de la Cámara de los Comunes.
