Otra lamentable pérdida para el deporte mundial

Por el exceso de velocidad se produce otra lamentable pérdida para el deporte mundial. Esta vez le tocó al afamado futbolista José Antonio Reyes. Según las averiguaciones, el automóvil pasó por el lugar a 237 kilómetros por hora. En ese momento se produjo un reventón del neumático y ocurrió la tragedia.

La imprudencia y la velocidad se cobran nuevas vidas

Los causantes de la mayoría de las tragedias automovilísticas la imprudencia del chofer, máxima velocidad y la eventual falla del automóvil. José Antonio Reyes, jugador del Extremadura pero con una trayectoria en el Sevilla, Real Madrid y Atlético de Madrid, conducía un Mercedes S550 Brabus a  la altura del kilómetro 17 de la A-376, en dirección a Utrera, en el término municipal de Alcalá de Guadaíra.

La Guardia Civil preciso a través de las investigaciones que al auto  se le explotó una llanta. Chocó contra la defensa de la carretera, saliendo disparado para chocar contra unos bloques de obra , por lo que volcó y se incendió de inmediato. Junto al futbolista iban, Juan Manuel Calderón y Jonathan Reyes, ambos primos del jugador.  Jonathan Reyes murió junto al jugador y Juan Manuel, con quemaduras en un 60% del cuerpo, esta en situación delicada en el hospital.

Lamentable pérdida para el mundo deportivo

El piloto del coche debe haber perdido el control del auto debido al reventón del caucho. La velocidad que llevaba le impidió controlarlo efectivamente. Así es como, se especula que el auto pudo haber llevado los cauchos sin la capacidad total de aire, por lo que se produjo el reventón. Además, José Antonio Reyes, tenía tiempo sin usarlo.

Triste pesar y punto de reflexión. Jóvenes baluartes extintos por el exceso y la euforia de un momento determinado.