Georgina Chapman libra su batalla para recuperar a Marchesa sin Weinstein
Mientras saliá el escándalo producido por Harvey Weinstein, su esposa Georgina Chapman , libra su batalla para recuper a Marchesa, su firma. La diseñadora, esposa del Weinstein, se divorció del productor con el que tiene dos hijos. Inmediatamente, del escándalo, lo abandonó.
La diseñadora Georgina Chapman en una entrega de premios
La diseñadora Georgina Chapman libra su propia batalla
Chapman compartió por redes sobre su divorcio de Weinstein. Así mismo, comunicó a sus seguidores: «Mi corazón está roto por todas las mujeres que han sufrido un tremendo dolor debido a estas acciones imperdonables». Por la separación, el expoderoso del cine le pagó a Chapman 20 millones de dólares. Además ella se quedo con la custodia de los niños. «Elegí dejar a mi esposo», dijo. «El cuidado de mis hijos pequeños es mi prioridad y pido a los medios en este momento».
Todo quedó al descubierto, gracias a las investigaciones de Megan Twohey y Jodi Kantor, periodistas The New York Times. De este modo, revelaron toda la maquinaria armada que escondía el lado oscuro del magnate de Hollywood. De esta manera, la esposa nunca se enteró de las acciones del depredador del marido. Las asistentes de Weinstein llevaban un libro, que llamaban «La Biblia», allí quedaban escritas las instrucciones explicitas para lidiar a su esposa, por si llamaba y si preguntaba por él.
Marchesa es una firma reconocida a nivel mundial
La diseñadora Georgina Chapman, fundó en 2004, su firma en conjunto Keren Craig. La marca tuvo éxito por los estilos tipo princesa de sus vestidos. Se convirtieron en diseños obligados de las alfombras rojas de los eventos más importantes del mundo. Actrices afamadas como Kate Hudson, Jennifer López, Sandra Bullock o Blake Lively los lucían. En 2010, Sandra Bullock fue admirada con un Marchesa al recibir el Oscar a mejor actriz. Penélope Cruz lució uno de sus vestidos en la gala del estreno de Piratas del Caribe; en mareas misteriosas (2011) en Cannes.
La denuncia de los actos de abuso sexual de su esposo contra mujeres del medio repercutió directamente a Marchesa. Actrices como Felicity Huffman, René Zellwegger, Kerry Washington o Jessica Chastain declararon que el magnate depredador las obligaba a usar los vestidos de la esposa en estrenos y galas de premios. Chapman quiere limpiar su firma por ser una empresa familiar, su hermano, ejerce como consejero delegado.
Es así como al caer Weinstein, la marca Marchesa canceló su desfile de la Semana de la Moda de Nueva York, en febrero de 2018. El escándalo marcó un alto en la subida de la firma y ya nada ha sido como antes. Con todo y el apoyo de grandes actrices que le apuesta a su resurgimiento, entre ellas se encuentran Scarlett Johansson o Pryanka Chopra Jonas, quienes han seguido usando sus diseños de Marchesa en alfolbras rojas y otros grandes eventos, luego del escándalo.
Famosos apoyan a Chapman
Anna Wintour escribió en el número de junio de Vogue, una carta en defensa de Chapman: «Creo que una persona no debe hacerse responsable de las acciones de su pareja». Es así como también aclaró que no se quiere convertir en una víctima. Esto dio pie a que Marchesa fuera recibida con aplausos en una reunión de CFDA, el Council Of Fashion Designer of America. Marchesa va a volver, ahora el reto es si vuelve al lugar que ocupaba.
Chapman conversó referente a las acusaciones contra su ex. «Una parte de mí fue muy ingenua. Tengo momentos de ira, momentos de confusión, momentos de incredulidad», dijo. «Y tengo momentos en que solo lloro por mis hijos. ¿Cómo serán sus vidas? ¿Qué les va a decir la gente? Quieren a su padre. Me resulta difícil soportarlo por ellos». En sus declaraciones ha dicho que nunca supo del supuesto comportamiento de su esposo, para ella esas noticias fueron impactantes. «Eso es lo que hace que sea tan doloroso: tuve lo que pensaba que era un matrimonio feliz. Me encantaba mi vida», aseguró la diseñadora. «Estaba tan humillada y tan rota…que… no pensé que fuera irrespetuoso salir». También, dijo: » Pensé: ¿Quién soy yo para desfilar con todo esto? Todavía sigue siendo muy muy duro. Estaba subiendo las escaleras el otro día y tuve que detenerme; fue como si me hubieran sacado todo el aire de los pulmones».
