Las cenizas de El Picure llegaron a El Sombrero
Las cenizas de José Antonio Tovar Colina, apodado Picure, fueron entregadas dentro de una caja de cartón sin el certificado de cremación a sus familiares en la morgue de Bello Monte. Los parientes, cuatro primas y dos tías que acudieron a la medicatura forense para reclamar el cadáver, trasladaron sus restos en un vehículo de transporte público hasta la población de El Sombrero del estado Guárico, pueblo natal de Tovar.
El director del Servicio de Medicina y Ciencias Forenses, Giovanny Peña, acompañado por la viceministra de Investigación Penal del Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia Paz, Katherine Harrington, atendió a los familiares y les entregó la caja. La funcionaria abrazó a las parientes y las despidió. Las mujeres no fueron escoltadas a la salida de la morgue y se trasladaron al terminal de La Bandera. Allí tomaron un bus que en cuatro horas las condujo a El Sombrero, en Guárico.
La familia denunció que la cremación no fue autorizada por ellos, fue un procedimiento inconsulto. “Exigíamos la entrega del cuerpo porque su madre que sufrió un conato de ACV quería que lo enterraran allá”, dijo una prima del fallecido.
Relató que el miércoles se trasladaron hasta Caracas para agilizar los trámites de la entrega del cadáver. El jueves mientras sacaban copias de los documentos, una de las primas recibió una llamada de funcionarios de la morgue para que acudiera a retirar el cuerpo. Ese día a las 6:00 pm observaron una movilización de más de 50 hombres entre militares y policías.
“Pregunté a un funcionario de qué se trataba el despliegue y solo me respondió que mi primo estaba siendo llevado al Cementerio de El Junquito porque sería cremado, sin más detalles. El viernes en la mañana acudimos hasta allá y nos aseguraron que José Antonio no había sido trasladado a ese lugar y que el servicio de cremación era prestado hasta las 3:00 de la tarde”.
Los allegados comentaron que estaban albergados en una pensión y ya no tenían recursos para seguir en Caracas. “No trajimos ropa. Lavamos lo que llevamos puesto en el hotel. Pensábamos que nos iban a entregar el cadáver rápido y no fue así. En Caracas pasamos trabajo porque no tenemos familiares aquí”, dijo el pariente.
Ayer en la tarde la sede de la Policía Municipal de Valle de la Pascua fue atacada con granadas y disparos. En el atentado resultaron heridos dos policías que se enfrentaron contra un grupo armado. En las áreas de guardia y custodia de la comisaría había detenidos que protestaban. Cinco de ellos resultaron heridos por la explosión. Fuentes extraoficiales informaron que el atentado fue una venganza por la muerte del Picure. La situación fue controlada horas después.
Acuerdo familiar
El criminólogo Fermín Mármol García maneja una hipótesis sobre la cremación del cuerpo del Picure: “Es probable que un funcionario de la rectoría de seguridad del Ministerio de Interior y Justicia haya dialogado con un grupo de familiares directos y acordaron cremarlo para evitar alteraciones del orden público en El Sombrero, como enfrentamientos o toques de queda impuestos por los que sobreviven de la organización delictiva”.
El experto apuntó que la legislación venezolana es clara en lo que respecta a las muertes violentas y establece que los ciudadanos que mueren en accidentes de tránsito u homicidios no son cremados debido a que ese procedimiento trunca las posibilidades de exhumación para un nuevo protocolo de autopsia, en caso de que los familiares soliciten una investigación sobre las causas de la muerte.
Comentó que en el caso del Picure se actuó de forma atípica por las repercusiones de su muerte.
Con Información de El Nacional