Gobierno de Brasil eleva presión ante el cerco a Lula

Río de Janeiro.- El Gobierno brasileño incrementó ayer su presión ante los tribunales y la policía, ante el cerco que la justicia ha tendido alrededor del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, investigado por corrupción.

El abogado del Estado, José Eduardo Cardoso, anunció que recurrirá ante el Tribunal Supremo la decisión cautelar que en la noche del viernes congeló el nombramiento de Lula como ministro y que, en consecuencia, le privó del fuero privilegiado y permitió que su proceso siga en una corte común.

La decisión cautelar tomada por el magistrado Gilmar Mendes puso fin a un torbellino de sentencias sucesivas y contradictorias y supuso un mazazo para Lula, que ahora podría ser procesado por el riguroso juez Sergio Moro, el principal responsable del caso de corrupción en la petrolera Petrobras.

En su sentencia, Mendes consideró que el nombramiento se realizó “claramente” con el propósito de “impedir” un posible arresto de Lula, puesto que la fiscalía de Sao Paulo solicitó una orden de prisión preventiva, que aún no ha sido analizada por la justicia.

Esa decisión también fue un jarro de agua fría para el Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, quien albergaba la esperanza de que Lula pudiera contribuir a frenar la desbandada de partidos aliados, en un momento que se enfrenta a un posible juicio político que persigue su destitución.

El expresidente brasileño Fernando Henrique Cardoso (1995-2002) afirmó que la única salida a la crisis que vive el país es la destitución de la jefa de Estado, Dilma Rousseff, por medio del juicio político que trata de promover la oposición en el Congreso.

Cardoso, del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (Psdb), hasta ahora se resistía a apoyar un proceso que considera “doloroso” como un juicio político y le había sugerido a Rousseff que renunciase “en un gesto de grandeza”.

En una entrevista publicada en la web del diario O Estado de São Paulo, Cardoso admitió que cambió de idea por la “incapacidad” que tiene el Gobierno para “funcionar” y por la “resistencia” de Rousseff para buscar una solución.

Pide reunión urgente

El presidente de Bolivia, Evo Morales, pidió a su homólogo uruguayo, Tabaré Vázquez, que preside temporalmente la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que convoque “de emergencia” a una reunión del bloque para “defender” a Rousseff y a Lula.

“Ojalá el hermano presidente pro témpore de Unasur, el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, nos convoque rápidamente a Brasil para expresar nuestra solidaridad y evitar cualquier golpe congresal o judicial, es el gran deseo que tenemos”, sostuvo.