La literatura convertida en salsa por Rubén Blades
La Literatura convertida en salsa por Rubén Blades
La Literatura envuelta en bongos y tres o viceversa la salsa junto a su tres y bongos envueltos en literatura. Rubén Blades el poeta de la salsa, vigente y auténtico. El compositor panameño que se presenta este viernes 15 en Bogotá. Su relación con la verdad de la vida y la literatura lo convierten en un cronista. Sus canciones, casi himnos populares de un estilo narrativa que se asemejan a las obras de Gabriel García Márquez o Franz Kafka.
Rubén Blades y su literatura convertida en sentimiento
La literatura convertida en salsa para que llegue a todos y pueda ser tarareada por todo el que tenga un sentimiento social.
«Es una cuestión que tengo que definir dentro de la manera que yo escribo: cuándo me voy a convertir en un crítico y cuándo solamente soy cronista.Yo hice mi tesis en la facultad sobre»la incidencia en hurto y robo», entonces fui a una isla de Cohiba, allí hice la entrevista a cincuenta tipos, y el 95% de las personas que entrevisté culpaban al destino...¿Por qué caíste preso?. La vida lo quiso así. ¿Qué causas crees que fueron las que te llevaron a delinquir?. El destino. Una proyección. La culpa no es mía. La culpa es de allá. De alguien. Por eso yo digo: Cuando lo manda el destino, no lo cambia ni el más bravo. Es un reflejo mío, ahí no me estoy convirtiendo en crítico, me estoy convirtiendo en un cronista». Estas palabras las escribió César Pagano en su libro El imperio de la salsa.
Rubén Blades el cronista de la salsa o de la vida
Entonces, Rubén Blades, es un escritor y cronista de la vida urbana. Sus letras reflejan el sentir y vivir de la gente. Después viene el ser cantante, actor y abogado. Todo esto nos lleva a que es un gran lector. Lee y escribe, razona y analiza, para luego concluir. Sus experiencias plasmadas en más de 15 álbumes musicales, en sus papeles de actor. Su trabajo en Maestra Vida, un súper álbum de ópera salsa donde se combinan 15 canciones. Todas para ser escuchadas en silencio y disfrutar de una obra de música popular latinoamericana con matices de música clásica. Por eso, narrando los hechos cotidianos, en calles y callejones, esquinas entre botellas de vidrio y cigarrillo.